sábado, 20 de enero de 2018

No me gusta comer.

Lo digo en serio. No me agrada comer. En lo más mínimo. Justo ahora, tengo hambre. Pero no quiero. Me duele la cabeza. Quizás pruebe bocado a un pan o a unas papitas... Dios, perdóname por no disfrutar de lo que nos das y de uno de los placeres de la vida. Maulló el gato en la noche, mirando al cielo.Siempre que tengo hambre pienso en eso. Me da tranquilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario