Lo digo en serio. No me agrada comer. En lo más mínimo. Justo ahora, tengo hambre. Pero no quiero. Me duele la cabeza. Quizás pruebe bocado a un pan o a unas papitas... Dios, perdóname por no disfrutar de lo que nos das y de uno de los placeres de la vida. Maulló el gato en la noche, mirando al cielo.Siempre que tengo hambre pienso en eso. Me da tranquilidad.
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