sábado, 20 de enero de 2018

Como siempre...

Sin orden. Siempre he sentido que la vida misma es así. Porque no le encuentras sentido a nada. O porque quizás en realidad nada lo tiene. En fin, como finalidad de continuar este proyecto que dejé arrumbado hace un buen tiempo (no le  veía ninguna utilidad más allá de aprobar la materia, pero, ¡oh, demonios!, ¡qué equivocada estaba!) creo que es momento de continuar lo que empecé, y no le veo un final para ser exactos. Creo que lo tomaré como algo para relajarme y desestresarme de la ida que nos rodea y que rara vez siento que nos llene... O al menos, no en totalidad. Siempre siento que hay algo más allá de lo que puedo tener o alcanzar, siento que hay algo más para mí. En todo. Nunca he podido conformarme únicamente con lo que tengo. Siempre he querido más y más, pero hallo el límite en la paz que rara vez, pero que milagrosamente., siento de vez en cuando.Cuando miro al cielo... o a las estrellas, es cuando realmente me siento satisfecha conmigo misma y con lo que he hecho en mi ida y DE mi vida. ¿No es eso la felicidad, acaso? Es lo que nos venden  en la mayoría de los libros, así que espero que eso sea, porque sino... No me imagino mayor placer que el que alcanzo cuando me siento en ese éxtasis de pensamientos. Porque eso es el mar, un cóctel de ideas, la ida misma... "El mundo de las ideas" leí por ahí. Como decía, o creo que iba diciendo, creo que escribiré para descargar sobre el resto de mortales que se dignen a leer esto, mis pesares y alegrías. Mis pensamientos y ocurrencias que se me vienen a la cabeza en cuanto tomo la máquina y comienzo a presionar las teclas como poseída. Porque nunca vengo con una idea definida o clara, sino que pasa y en verdad que sucede, sólo es seguir la corriente, siempre hago eso. No sé si esté bien  mal, pero hasta la fecha me ha funcionada. Y ustedes dirán: "ohhh bueeeno, vamos, ¿por qué no te has comprado un diario? Niña tonta". Bueno, sí. Lo pensé. Lo pensé laaargo y tendido. Pero creo que no. Me gustaría que alguien más, aunque fuera una sola persona, se enterara de lo que pasa en la vida de una adolescente cotidiana. Porque, seamos sinceros,yo sé que mañana leeré esto y me reiré como boba, por haber visto con estos ojos una realidad totalmente diferente, pero que en este momento me parece nada más que lo único en mi vida. Porque estoy cerrada ante otras puertas que espero en algún momento lograr abrir. Con cariño, con amor... Creo que me excederé en esta entada, porque lo vale, porque lo algo y porque lo necesito. Bien, he cambiado tanto desde que hice este blog. Era una niña ruidosa que recién entraba a preparatoria. Y ahora, a punto de finalizarla, mi vida da (y dio) tantos vuelcos, que en vez de tirarme, me enfurecieron y me hacen darme cuenta de lo afortunada que soy y de lo que he pasado... Que puede no ser la gran cosa, pero en mi vida, donde yo soy protagonista, lo es todo. Y no hay más. O bueno, sí que lo hay, pero por el momento esto ocupa mi cabeza todo el día. Y todas las noches. Y todo el tiempo. Y quizás, toda la vida, pero espero que estos recuerdos se tornen con un poco de tono más meloso en un futuro, para que mis metas se aderecen con esa azúcar que rara vez se siente cuando terminas algo corto, sino que más bien son gratificación de un gran esfuerzo y dedicación. Como una autopalmadita de "lo lograste, pequeña ******" (omitiré mi nombre porque quizás nos conozcamos algún día y me gustaría mantener esto en el total anonimato, al menos en la medida de lo posible) y bien. Así es la vida. Así son las cosas. ¿No? Ojalá... Sí, así serán.

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