sábado, 20 de enero de 2018
Faltas ortográficas.
¿O eran fallas? No lo sé, digo yo como vaca que son faltas, porque faltan. La ortografía no falla, simplemente, no está ahí. Quizás no en todo el texto, pero sí al menos en una palabra, ¿no? Porque, por ejemplo, si omitiste un acento, no es que hayas "fallado" al ponerlo, es que simplemente "faltó" ponerlo. ¿Me explico?, ¿no? Oh, bueno, ustedes se lo pierden y yo me lo guardo. Eso pienso siempre que escribo, porque, je, je, curiosamente siempre me como letras, olvido separar palabras, o cosas así. Y no me arrepiento para nada, porque, aunque vuelvo a releer y me doy cuenta de ello, siempre espero con ánimos que se entiendan mis historias, más allá o no de que me haya faltado o saltado algo importante. Que en la vida todos seamos fallas, y no faltas, porque al fallar podemos corregir, pero si faltamos, ¿habrá algo qué corregir? Lo dudo, camaradas. Lo dudo.
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