lunes, 26 de marzo de 2018

Limpieza profunda

Hoy, mis estimados y adorados lectores (que rara vez superan de los 5 ja, ja, pero al fin de cuentas, <<varios>>), les informo que hice una limpieza. De mi vida, de mi persona, de mi cuarto, de todo. Quizás también lo haga con este blog. Quizás... No, lo haré. La vida da tantas vueltas que, a veces, situaciones, personas o cosas que creíste que jamás se irían de tu lado, simplemente tienes qué cortarlas, decirles adiós y abandonarlas en el fondo de un baúl sin pensarlo. Así es. Creo. Bueno, eso hice. En el baúl de momentos que fueron y no serán, aventé todo lo que me hacía daño. ¿Que si aún tengo esperanzas? ¡Claro que las tengo! Pero, en estos instantes, debo mirar a otros horizontes, surcar otros mares y cruzar nuevas tierras. Algún día volveré, y si las cosas me han esperado tanto como yo a ellas, pues espero sembrar de nuevo. Sino, una lástima, regresaré más tarde, cariño. Yo lo llamo decir adiós y crecer, si no es para siempre, de los demás dependerá, porque de mi parte ya está el camino, sólo falta cruzarlo. Es momento de agarrar mi mochila e ir a otros lares. Adiós, cariño, ¡adiós!

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