Ella, era la chica más bella. La más linda que te pudieras imaginar. Tenía una sonrisa luminosa, con una voz clara como el agua. Pelirroja, de pelo rizado, blanca, como la luna. Era amable y atenta. Delgada, peo con un físico tan equilibrado.
Él era tan bello. Pelo rizado y largo. Moreno, con esos ojos negros tan intensos... Labios seductores que incitaban más a besarle que a conversar con él. Muy alto, y tan misterioso. Una aura de erotismo le rodeaba. Era el chico ideal.
Ella era brillante.
Y él aún más, por escogerla a ella y no a mí.
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