domingo, 25 de febrero de 2018

Entrada antigua #6

Ah. Mírame.

(Noche estrellada, cielo despejado, personajes en ¿capso?)

- Karry: (con somnolencia) Oye Lum... no te has fijado que...

- Lum: (con enojo) Sí, sí lo he notado.

Y así, amigos míos (¿o amigo?), es como acaba una breve compilación de relatos antiguos que tenía almacenados en una vieja libreta de literatura. Cuando estaba aburrida, escribía esto. Irónico, ¿no es así? En fin...

Entrada antigua #5

El espaguetti.

Bet: (con tristeza) ¿Qué... qué quieres de mí?

Meg: (sin expresión) Lo que quiero... lo que quiero de todos.

Bet: ¡No! Yo no puedo ser eso. Yo nací para no ser nada.

Meg: Si es así, aléjate de mí para siempre.

Bet: (histérica, se arranca el cabello) ¡Tú! ¡Tú estás loca!

Meg: Si eso crees... Pues lárgate. Yo necesito un cuerpo perfecto, un alma perfecta. Quiero el... [ahí acaba mi escrito]


Ey, tú.

Sí, tú. Si eres tú quién está leyendo esto... sí, por favor. Mándame un mensaje. Una señal. O algo. Por favor... te lo suplico.

Entrada antigua #4

Emocionantemente inherente.

Dios te puso una sonrisa
porque ya no podías ver.
Ya no brillas.

Y aun así vives con prisa
y es que en nada puedes creer
¡Pesadilla!

Abres tu mundo inconsciente
Lo ves ahí, nada o todo
Y desnuda

Ya te miras impotente
encerrada entre tu lado
Desmedda

¡Vástago de mis tormentos!
Cadáver entre inocentes
Derrochando

Perdiste infancias y sueños
que ahogaste con tantas liendres
Podrida estás

Pues tu perfume de alcaraz
dejaste ir, tonto colibrí
Torturada

No sirves para nada más
Ya estás muerta para mí
Profanada


Tss... cuenta las sílabas y te sorprenderás. Tal vez.

Entrada antigua #3

Todo acabará.

Dos gatos miran pensativos la ventana.Uno juega con el seguro y el otro se limita a contemplarlo. El primero es inquieto, travieso y algo picarón. De mirada frívola y un color pardo que lo hacía verse muy distinguido. El segundo era frágil, algo pequeño, tibio y agradable.Ojos tigreños y un lindo color doradito, semejante a un pan tostado por la mañana.

Los 2 eran grandes amigos, como si se conocieran de años. Sonreían al mismo tiempo, se sentían uno con el otro.

Cuando se miraron al espejo por primera y única vez, se dieron cuenta que su reflejo no era gatuno. Eran larguiruchos, blandos y color rosa pálido. Y estaban en dos piernas.

Aquel fenómeno los fascinó para siempre. Tanto, que cada mañana buscaban su reflejo en algún sitio. Pero en cada lugar, veían lo que eran, a fin de cuentas, simples gatos.

Pero, una noche más clara que de costumbre, empezaron a hablar y a razonar. Intercambiaron ideas. Pensamientos. Cambiaron de forma. Crecieron sus extremidades. Se les cayó el pelo. Recordaron. Y se escondieron entre las sombras, tomados de la mano. Volaron, hechos mariposas nocturnas. Se fundieron con la luz.

Y es que esto de reencarnar, no se les daba tan mal al final.

Entrada antigua #2

Ella, y nada más.

Ella, era la chica más bella. La más linda que te pudieras imaginar. Tenía una sonrisa luminosa, con una voz clara como el agua. Pelirroja, de pelo rizado, blanca, como la luna. Era amable y atenta. Delgada, peo con un físico tan equilibrado.

Él era tan bello. Pelo rizado y largo. Moreno, con esos ojos negros tan intensos... Labios seductores que incitaban más a besarle que a conversar con él. Muy alto, y tan misterioso. Una aura de erotismo le rodeaba. Era el chico ideal.

Ella era brillante.

Y él aún más, por escogerla a ella y no a mí.

Entrada antigua #1

Cuando era niña...

Sí, cuando era niña. Cuando era niña, imaginaba con ver volar a las aves. Ahora que lo veo ,eso siempre fue una realidad. Me dí cuenta que lo hacían por necesidad y por gusto.

Al crecer, soñaba con ver correr a los niños. Era lindo saber que todo era bonito aún. Que era cierto, que mi sueño se hacía realidad. Entonces, me escribí una carta a mi <<futura yo>>: "Por favor, sonríe. Y nunca pierdas la esperanza".

Cuando era adolescente, pensaba en las flores. Y era feliz sabiendo que los pensamientos también eran flores. Y que crecían. Y que siempre eran felices. Entonces, me escribí otra carta:"Por favor, sonríe por ellos... y por tí."

Al ser mayor, se destruyeron mis sueños. Y mis cartas junto con ellos.Me sentí asolada. Se arrancaron las páginas de mi presente. Se llevaron las de mi pasado. Así que me escribí otra carta, la última que escribí: "Por favor...". Nada más. No tenía qué decirme nada más. Ni pedir nada más. Sólo... por favor.

Cuando yo era una anciana, me divertía contando mi arrugas. Y sonreía, al recorrer mis bolsillos y ver que aún conservaba esas tres cartas.

Al morir, ya no sonreí. Porque ya lo había hecho en su momento.

jueves, 15 de febrero de 2018

Puedo jurar.

Con vehemencia, puedo jurar que sólo dos veces en mi vida he llorado por un hombre. Y hoy, precisamente, ocurrió la tercera. La primera fue con mi primer y gran amor, mi único chico en esa entonces. La relación más tóxica y tormentosa que se puedan imaginar, pero yo era... no sé. No podría decir que feliz, porque, aunque lo busco, yo no necesariamente busco la típica definición de <<feliz>>. Yo busco sentirme "viva", o cual es un error grandísimo, porque vivo ataviada en una nube ineludible de pasión, sin más defensa que la poca cordura que poso y la imagen externa que me gusta dar de confianza absoluta. Soy una mujer que constantemente lucha contra sus instintos, o peor aún, contra lo que ella misma piensa o cree querer. Y es que hay cosas que yo me imagino imposibles y que en menos de una hora considero como posibilidades certeras. La segunda vez que lloré tan amargamente fue cuando me abandonó mi padre... Esa persona que yo consideraba sagrada no era más que una bastarda, y, posteriormente, aclarados mis sentimientos, alguien que ya no tiene importancia en mi vida. Y el día de hoy... ¡Oh, dios! Un hombre que yo creí amar con toda el alma... Y que, sin embargo, le he fallado de infinidad de formas... Con mis sentidos escasos, sólo puedo decir que extrañaré semejante calidez... espero pueda superarlo. Como siempre lo hago... Como siempre lo espero hacer. Porque prefiero ser libre... A atarme a las consecuencias de mi inmadurez. Felices por siempre... después de separarnos.