Me recuesto de espaldas y puedo sentir mi palpitación tan fuerte, que mi cabeza se mueve de lado a lado. Mis manos sientes circular la sangre. Me pongo a llorar pero no me salen tantas lágrimas como quisiera. No hay respuestas ni palabras de tu parte. Nada. No hay nada. Sólo vacío. Como el que yo tengo. Nunca seré suficiente para nadie y me pregunto por qué creí que para tí sería diferente. ¿Fui ignorante? ¿me di el privilegio de creer? ¿de confiar? ¿vale enteramente la pena? Why didn't you stop me... Nunca seré nada para nadie y debería empezar a aceptar mi realidad. Quisiera apuñalarme. Sentir el dolor es demasiado para mí, soy un alma hedonista e ignorante y eso me hace vivir en una realidad de burbuja donde soy feliz. Y ahora que me caigo y explota sólo puedo reventarme la cabeza a golpes. No hay realmente nada más que pueda hacer. Es el dolor que tengo que sufrir para poder experimentar calma. No hay nada que calme mi alma. Ni las pastillas. Si pudiera, tomaría más medicina. Algo que me quitara esto. Algo. Algo. ¿Necesito sentirlo, realmente? ¿por qué no puedo perdonar? ¿soy incapaz de hacerlo? Quisiera reventar algo. No hay nada qué hacer. No hay nada para mí. Sólo emergencia. Alaridos. Patadas. Debo sufrir este dolor para cambiar y seguir adelante. Lo siento. Las segundas oportunidades no van conmigo, porque yo no sé perdonarme y tampoco sé perdonar a los demás, hasta que dejen de importarme es que puedo hacerlo. Sino, duele. Duele verte el rostro. Las manos. Que ya no pueda dormir sola, me duele. Soy tan dependiente. Una sanguijuela buscando calor. Quisiera ser yo de nuevo. De verdad. Por favor, Dios, déjame ser yo de nuevo. Por favor. Quiero seguir golpéandome pero algo me detiene. Me trasnformo. No soy yo. Está bien, puedes intentarlo de nuevo y yo estoy segura que no habrá segunda vez, porque yo no estaré aquí y será la primera vez de alguien más, no de mí. Ya no de mí. Me he dejado pisar tantas veces que este es el colmo. El recuerdo eterno de lo estúpida que puedo llegar a ser con el mínimo afecto humano. Pero ya no más. Ahora es difícil, pero sé que podré olvidarte. Sé que podré seguir adelante. Sé que podré ser yo de nuevo y volver a estar sola. Yo lo sé. Pero está bien, estaré bien. No buscaré nadie más. Sólo me enfocaré en seguir adelante con los tantos planes e ideas que tengo. Quizás me pase por la cabeza volver, per osabes? para qué? Ya no confío. Mi alma está rota. Desquebrajada. Lo único que no podía permitir. Ha pasado. Y pasará una y otra y otra y otra y otra y otra vez si yo no lo detengo. Ya no soy esa noria sin sentido. Tengo un sentido. Pero pongo una pausa enorme. Muy grande. Para poder llenar mi vacío. Estar sola con mis demonios. Puedo tranquilizarme, tengo el poder de hacerlo. Pero no quiero. Este odio, esta rabia, esta ira, esta tristeza me llenan de fuerza. Y son la herida perfecta para poder recordar por qué no seguir aquí. Por qué irme. Por qué ya no voy a estar aquí. Fuerza Elo, podrás irte de ese lugar y encontrar tu hogar, tu sitio cálido. Pero sola. Esta vez sola. Tu compañía basta y sobra para estar bien. Aunque no lo creas... ahora. Quizás luego. Quizás nunca. Pero tu vida valdrá la pena ser vivida porque eres una sobreviviente. No una víctima más. Eres pese a ello, no gracias a ello. Me duele la cabeza de los golpes. Mala idea. No sé cómo lastimarme. Quisiera sentir tanto dolor externo que lo de adentro ya no me atormentara. No lo soportio, no lo soporto, es demasiado, estoy encerrada, qué hacer? qué hago? no hay nada que hacer. No puedo hacer nada. No puedo ver. Estoy tan cegada. Tengo miedo. Tengo mucho miedo. Y tú jamás hablarás. Jampás dirás nada. Está bien, quédate callado. Simplemente ya no me importara´. Ni tendrá por qué importarme después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario