martes, 10 de abril de 2018

Alone again...

Oh, dulce agonía. ¡Cómo juzgamos mal a las personas! ¿No crees? Increpamos rasgos imaginarios a seres que poseen todo menos lo que imaginamos... Y, resulta, ser todo lo contrario. Hay una mujer maravillosa, se llama Marina, y, aunque al principio me aterraba, poco a poco se ganó mi cariño. No lo sé. Me gusta su forma de ser, de vestirse, de actuar... es cruel y amorosa a la vez. Algo mágico tiene en su persona. Algo increíble que me atrapa y me fascina. Con el terror que le tenía, se ha convertido poco a poco en apoyo y cariño. Mujer más comprensiva que ella no hay. Es... simplemente Marina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario